Puntos suspensivos para indicar modalidad
- shalmalec
- 18 jun 2024
- 1 Min. de lectura
El segundo uso de los puntos suspensivos es la capacidad de indicar modalidad en el enunciado. Este uso es completamente subjetivo, pues es el escritor quien decide si quiere darle algún matiz al enunciado.
Marcan una pausa temporal que indican suspense y, así, enfatizar temor, vacilación o duda:
Yo... no sé cómo decirte esto... Me he comido el chocolate que quedaba.
Mi madre... me va a aborrecer.
También se usan para crear expectación al pausar el enunciado: Si hubieras visto la cara que puso... Aunque también puede marcar otras cosas, como asco: Había tanta mierda...
Simplemente, marcar una pausa para dar énfasis: Apuntarse... o no...
En los diálogos, indican que el interlocutor que va a hablar se mantiene en silencio, pero se expresa a través de otros medios, como el rostro o el lenguaje corporal —es el lector quien debe imaginárselo—. Se puede, incluso, añadir signos de interrogación o exclamación para dar mayor énfasis al expresar duda o sorpresa.
—Le dije que no quería saber nada de él, que tampoco estaba tan interesada.
—¡...!—¿Crees que hice una estupidez verdad? Dios, tu cara me lo dice todo.

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