Los puntos suspensivos para indicar omisión
- shalmalec
- 13 jun 2024
- 2 Min. de lectura
Los puntos suspensivos pueden usarse para indicar que se ha omitido una parte del texto, ya sea porque se consideran innecesaria o porque el escritor considera que es repetitiva o conocida y el lector puede descifrarla fácilmente.
Se suele eliminar el final si este se da por sentado o se sobreentiende:
Esta mañana en casa ha sido bastante productiva: he puesto dos lavadoras y sus respectivas secadoras, he barrido, quitado el polvo...; ya sabes, las tareas de casa.
Sucede más a menudo con refranes o fragmentos de obras literarias que son muy conocidos:
Perro ladrador...;
En un lugar de la Mancha...;
Todos los años en las fiestas se repite la misma canción: «Dale a tu cuerpo alegría...».
Cuando hay que repetir el título de una obra que es muy largo:
Me dijeron que el Manual de Literatura Universal y Contemporánea era el mejor. Al parecer el Manual de... tiene una amplia organización y clasificación por temas.
Para evitar las expresiones o palabras malsonantes o que se consideran de muy mal gusto: ¡Hijo de...!; ¡Me cago en tus...!
También se puede colocar la primera letra para dar una pista, pero sin escribirla entera: ¡Vete a tomar por c...!; ¡J...!
Se deja la primera letra cuando lo que queremos ocultar es un nombre propio: Tiene como amante a S..., ya sabes, la jovencita.
Se colocan al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo sentido que la palabra etcétera (o etc.), por lo que no pueden aparecer ambas opciones juntas; es redundante. Los siguientes ejemplos NO son correctos:
Me gusta el rosa, amarillo, etcétera...
Me gusta el rosa, amarillo..., etc.
Cuidado. Si se opta por los puntos suspensivos, no debe añadirse coma entre estos y el elemento enumerado anterior: Tengo muchas opciones para cocinar: cocido, pollo al horno, espaguetis con carne...
Entre corchetes y paréntesis, aunque menos, se usa para indicar la omisión de una parte de una palabra o texto en una cita. Hay que tener en cuenta que la omisión no debe interferir con la puntuación original del texto, de forma que no creen ambigüedades, confusiones o errores, así que se deben mantener los signos de puntuación necesarios para evitar esto:
El final de la fábula de los tres hermanos es genial: «... se quitó la capa invisible y se la regaló a su hijo. Y entonces recibió a la Muerte como si fuere una vieja amiga, [...]. Y así, como iguales, ambos se alejaron de la vida» (J.K. Rowling: Harry Potter y las reliquias de la muerte).
Si la supresión del texto sucede al final o al principio de la cita, no es necesario añadir los corchetes o los paréntesis a los puntos suspensivos. Solo hay que tener en cuenta que hay que dejar un espacio entre los puntos suspensivos y la palabra que da comienzo a la cita.

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