Coma antes de las oraciones causales

Recordemos que las oraciones causales están introducidas por porque o similares, como debido a, puesto que, pues, etc., y expresa la causa o motivo de que algo haya sucedido.

Este tipo de construcciones pueden llevar o no coma, dependiendo de la relación que establezcan con la oración principal. Así, distinguiremos las causas reales (o internas) de las enunciativas (o externas). Las primeras no se separan, mientras que las segundas sí.

Causales reales, o internas

Se llaman así porque expresan la causa o finalidad real del enunciado, y, además, funcionan como complemento circunstancial del verbo, por lo que no se separan por coma. Pongamos varios ejemplos para comprender qué queremos decir con real:

Mi primo fue expulsado del colegio porque pegó a otro niño (el motivo real de por qué fue expulsado es que golpeó a otro niño).

Llevé a mi gato al veterinario porque no comía (el gato fue llevado al veterinario por el motivo real de que no come).

Ejemplos extraídos del libro Ciudad Medialuna: Casa de Tierra y Sangre de Sarah J. Maas:

… y le había dicho que Sabine estaba cabreada porque había albergado la esperanza de que Bryce fuera un vampiro musculoso para poder babear sobre él (pág. 24).

Los humanos completos no hacían el Descenso porque no tenían nada de magia (pág. 33).

Tanto que Bryce no sea un vampiro musculoso como el hecho de que los humanos no tiene magía son los motivos reales de que Sabine esté cabreada y los humanos no hagan el Descenso.

Causales enunciativas, o externas.

Estas no expresan la causa real de lo que se dice en el enuncia. Las causales exponen la causa o motivo por el que el hablante está afirmando o diciendo lo expresado en la oración principal, pero no tiene por qué ser real, puede ser una creencia, una opinión...

Por ejemplo: Creo que tu prima está triste, porque no habla mucho. Que «no habla mucho» no es una causa o motivo real que indique que alguien está triste. Puede que no hable porque está pensando en otra cosa y, por lo tanto, distraída, o, simplemente, que no tiene ganas de hablar. Así que, esa frase, sirve como introducción o justificación para expresar su opinión sobre el estado de ánimo de la prima.

—Mira, yo solo quería saber si […] alguna vez te había mencionado el sinte antes de morir, porque a mí nunca me lo mencionó (pág. 556).

Que no se lo mencionase no es el motivo real por el que le pregunta por el sinte, sino una serie de acontecimientos que la llevan a hablar con dicho personaje.

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Truco. Las internas responden a la pregunta «¿por qué?». Las externas a «¿por qué lo digo?». De hecho, puedes añadir «lo digo» entre oraciones para salir de la duda.

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Causales explicativas.

Estas son muy parecidas a las causales externas, pues la información que presentan es periférica a la oración principal. Estás se encargan de introducir la explicación de por qué se produce el hecho de la oración principal. Siempre van aisladas por comas, no importa en qué lugar de la oración aparezcan.

No es causa o motivo, sino explicación.

Pueden ir introducidas por una gran variedad de locuciones conjuntivas: porque, como, ya que, puesto que, pues, etc.

Hablaré con ella mañana, puesto que eres muy insistente. No he hablado con mis padres desde que me marché de casa, pues siempre fui un objeto para ellos del que nunca se interesaron.

Le había sorprendido encontrarla allí, dado que el príncipe y sus amigos ya habían hecho todos el Descenso (pág. 278).

En este caso, la presencia del príncipe y sus amigos puede entenderse como la explicación de que ella esté sorprendida. De igual manera, también puede entenderse como el motivo real.